Durante el periodo estival aumentan los desplazamientos en vehículo y, al recordatorio acerca de planificación y prudencia en los viajes, debemos añadir los cuidados a tener en cuenta frente al calor o sol mientras se conduce.
Aprovechamos para recordar que, respecto a la planificación, antes de iniciar el viaje debemos hacer una revisión al vehículo para asegurarnos de que se encuentra en perfectas condiciones, estudiar el tráfico y la ruta que vamos a seguir, y prepararnos para el trayecto en sí llevando ropa cómoda, no comiendo en exceso, o descansando antes de partir.
En lo referente a la prudencia al volante, debemos respetar los límites y distancia de seguridad, utilizar el cinturón y llevar las luces puestas si es necesario. Estas son recomendaciones aplicables durante todo el año, pero, a las mismas, ahora se suma qué hacer si hace calor o sol.
Si conducimos con mucho sol, lo primero que debemos hacer es usar gafas de sol y utilizar el parasol inclinado a modo visera para proteger los ojos del conductor. Además, se deberá aumentar la precaución en caso de luminosidad muy intensa ya que se ven los faros de los demás vehículos, y la señalización de la carretera, con mayor dificultad.
En el caso de que haga calor, lo más recomendable es ventilar el vehículo bajando las ventanillas, usar el aire acondicionado del coche, llevar bebidas frías en el vehículo y, al realizar paradas, hacerlas a la sombra.
Siguiendo estos consejos podrás desplazarte de un punto a otro en tu vehículo aumentando tu seguirdad y reduciendo el riesgo de accidente.